viernes, 31 de diciembre de 2010

EL AÑO DE DANIEL ORTEGA


30 de Diciembre de 2010 | Adolfo Pastrán Arancibia
Este será sin duda el año de mayores avances políticos para el Frente Sandinista, que cierra la década asentado nuevamente en el poder y con grandes perspectivas para que su líder, el Presidente Daniel Ortega continúe en el ejercicio del cargo más allá del 2012.
La oposición intentó frenar el ímpetu del gobierno sandinista desde la Asamblea Nacional, al pretender no elegir a 25 altos cargos en el estado para obligar a Ortega a un cambio radical en los poderes del estado y provocar una crisis de ingobernabilidad que lo desgastara, pero los sandinistas madrugaron a la oposición el 10 de Enero cuando el mandatario emitió el Decreto Presidencial 3-2010 en los que alegaba que debía preservar esa gobernabilidad y prorrogó en sus cargos indefinidamente a todos aquellos a quienes se les vencería el periodo de cinco años.

Algunas veces se lograba el quórum para sesionar y en otras ocasiones se rompía, de acuerdo a los intereses de las bancadas de oposición que por varios meses paralizaron la labor legislativa, evitando aprobar una serie de préstamos, convenios internacionales y leyes de carácter económico demandadas por el sector privado.

La oposición fracasó en todos los intentos por anular ese decreto, porque nunca pudo lograr los 47 votos que dijo tener para controlar el quórum del Parlamento. Ya antes, en el 2008, tampoco pudo aprobar una ley para declarar nulas las elecciones municipales que declararon como fraudulentas.

Los diputados de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) fueron el mejor caballo de Troya a favor del FSLN, aunque a medio año gracias a una resolución del Consejo Supremo Electoral se restituyó la personería jurídica del Partido Conservador volviendo a la vida la diputación de Alejandro Bolaños Davis.

La Corte Suprema de Justicia resolvió otorgar la diputación constitucional suplente del ex presidente Enrique Bolaños, al ex vicepresidente y entonces diputado ante el Parlamento Centroamericano, Alfredo Gómez Urcuyo, con lo que el FSLN desarmó a sus adversarios y logró controlar el quórum al margen de las bancadas del PLC, MVE-PLI y el MRS.

Con esta movida, la oposición perdió en el resto del periodo cualquier posibilidad de retomar el quórum, ya que la ALN, en la mesa legislativa y en el plenario, siempre hizo mayoría con el FSLN, igual que otros diputados independientes, mientras que los liberales, el PLC y el MVE se enfrascaron en acusaciones mutuas y en estériles negociaciones por la unidad de esa corriente política.

Las resoluciones del CSE y de la Corte Suprema de Justicia nunca fueron recurridas por nadie y quedaron legales y firmes.

Luego de varios meses de estira y encoge, de negociaciones y acusaciones, los liberales perdieron el status quo en la CSJ que les permitía el control de la presidencia y Manuel Martínez dejó de ser Presidente de la CSJ, cargo que asumió la vocal, Alba Luz Ramos. Fueron desplazados por los conjueces que emitieron sentencias y resoluciones a granel. Pero estas sentencias tampoco fueron recurridas por nadie y quedaron firmes.

Al final los liberales aceptaron volver a la CSJ y reconocer como magistrados vigentes a Rafael Solís y Armengol Cuadra.

Después de varios meses de retiro y de prometer que no acatarían el Decreto 3-2010 y el párrafo segundo del artículo 201 de la Constitución, los liberales volvieron a la CSJ, al CSE y la Contraloría, reconociendo como válido y legitimo el decreto emitido por el Presidente Ortega y admitiendo que la Constitución Política es la de 1987 con sus reformas, pero sin tocar el párrafo segundo del artículo 201 referido, y todo lo actuado quedó admitido.

En otras palabras, la oposición se quedó en la denuncia y en el discurso y al final aceptaron los hechos.

En el ínterin de la crisis, por un recurso de amparo interpuesto por el Presidente Ortega y los alcaldes sandinistas contra el artículo 147 de la Constitución Política que prohíbe la reelección presidencial continua e indefinida, el Tribunal de Apelaciones de Managua los amparó y mandó el caso a manos de la Sala de lo Constitucional de la Suprema que integrada por los sandinistas, resolvió declarar inaplicable dicho artículo constitucional y automáticamente el CSE acogió dicha resolución y allanó el camino para permitir que Ortega se presente como candidato presidencial a la reelección en los comicios generales del 6 de Noviembre del 2011.

Ninguna de estas resoluciones, pudiendo haberlo hecho en tiempo y forma, jamás fue recurrida por nadie, pese a que la dirigencia de la oposición denunció nacional e internacionalmente esto como un severo golpe de Estado a la Constitución y de que se estaba instaurando una dictadura en el país. Pero pasados los 30 días de ley nadie recurrió y estas sentencias quedaron firmes.

Igual ocurrió en la Asamblea Nacional, en donde el Presidente René Núñez mandó a publicar al diario oficial La Gaceta la Constitución Política y todas sus reformas, incluyendo el párrafo segundo del artículo 201. La oposición intentó mediante una iniciativa de ley anular esa publicación y mantener que dicho artículo no existe y no podía aplicarse para mantener en el cargo a los 25 funcionarios del estado, pero tampoco pudo lograrse.

Y pudiendo recurrir ante los tribunales contra esa disposición, tampoco lo hicieron y quedó firme como única, la Constitución Política de 1987 con sus reformas, incluyendo el párrafo y artículo polémico.

Si bien a lo largo del año el Frente Sandinista no pudo reunir los 56 votos para reformar la Constitución y restablecer vía enmienda la reelección presidencial continua, el Presidente Ortega sí pudo maniobrar desde el Poder Judicial y el Poder Electoral para lanzarse a la reelección en el 2011, ante una oposición dividida y fragmentada.

Estos comicios serán organizados por los mismos magistrados del CSE que la oposición aseguró no reconocería y que no iría a las elecciones con ellos como árbitros. En Noviembre, 18 partidos se registraron ante este CSE para ir a las elecciones y aceptaron el calendario electoral que esos magistrados, a los que llaman usurpadores, espurios y de facto, emitieron y se sometieron a las reglas del juego.

Los liberales del PLC y del MVE no pudieron ponerse de acuerdo a lo largo del año para decidir quienes debían ser las personas que ocuparían los cargos en el estado para sustituir a los actuales. Todo estuvo girando alrededor de las aspiraciones presidenciales de Arnoldo Alemán y Eduardo Montealegre. Alemán estaba dispuesto a ceder cuotas de poder a Montealegre si éste aceptaba su candidatura y lo acompañaba como compañero de fórmula, pero no hubo acuerdo y el pacto de Metrocentro II quedó desfasado.

Al final, Montealegre y Alemán tomaron sus propios caminos. Los dos hablaron con el Presidente Daniel Ortega para acordar esa elección, pero nunca hubo consenso alrededor de las personas que ocuparían los cargos. Casi al finalizar el año, el PLC decidió que sus magistrados regresaran a los poderes del estado y se terminó la crisis.

Toda esta disputa entre la oposición y sus luchas de liderazgo y por la candidatura presidencial fue aprovechada por el FSLN en el poder que poco a poco fue subiendo en simpatías entre la población, fundamentalmente por sus programas de impacto social; mejoría en los servicios de salud y educación, subsidios al transporte, a la energía, el agua potable, la infraestructura vial; a los programas de viviendas populares; micro préstamos; el programa alimentario nacional o hambre cero, entre otros, así como la repartición de miles de láminas de zinc a gente pobre, que tan despectivamente critican la sociedad civil y algunos políticos de oposición.

El FSLN cierra una década más consolidado en el poder. En el año 2000 solamente un 18% de los nicaragüenses se inclinaban por el Frente Sandinista, ahora tiene un 42,7% a favor. Para entonces, cuando Ortega se enfrentaría al candidato liberal Enrique Bolaños, apenas tenía un piso electoral o de intención de voto del 18%, hoy es del 38%.

Hace diez años los liberales estaban en el poder y contaban con un solo partido liberal, aunque internamente enfrentaban varias corrientes, la de José Rizo; Eduardo Montealegre y Enrique Bolaños, con Arnoldo Alemán en las postrimerías de su mandato. Diez años después, existen varios partidos liberales, el PLC se ha debilitado y Alemán y Montealegre libran una guerra a muerte por el liderazgo de la oposición, surgiendo un tercero en disputa, el octogenario empresario radial Fabio Gadea Mantilla.
Hace diez años, el liberalismo no tenía competencia entre una docena de partidos pequeños. Tenía a su favor el 60% del electorado nacional, incluidos liberales e independientes. Ahora, de acuerdo a la última encuesta de M&R Consultores, la oposición unida no llega ni al 10% de la población nacional y cada vez más los independientes están simpatizando con el FSLN.

Hace diez años, la disidencia sandinista contra Ortega era mucho más fuerte, agrupada en el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y otras voces dentro del mismo partido. La muerte de Herty Lewites debilitó al MRS en el 2001 y ahora solo cuenta con menos del 1% de intención de voto nacional, según las encuestas. A lo interno del FSLN no hay disidencia que valga, por el contrario otros han vuelto como Edén Pastora y viejos críticos de Ortega en la antigua Dirección Nacional ahora son sus amigos.

A lo largo del año una cantidad considerable de alcaldes liberales, vice alcaldes y concejales y a veces hasta los concejos en pleno anunciaron públicamente su renuncia a sus partidos, unos del PLC y otros del MVE, para pasarse a las filas del FSLN.

Fueron los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua quienes en la práctica hicieron una oposición más real al sandinismo que la oposición misma, así como los medios masivos de comunicación que parecían muchas veces sustituir al liderazgo opositor contra el gobierno.

Al finalizar el año, lejos de estar desgastado por el ejercicio del poder, de las acusaciones de gobernar de forma dictatorial, autoritaria y pasando por encima de la Constitución y la ley, Ortega termina más fortalecido, a juzgar por las encuestas de Borge & Asociados; CID Gallup y M&R Consultores, con mayor respaldo de la población, con mejores percepciones de mejoría económica y con posibilidades de arrasar en las próximas elecciones.

Pero este no solamente ha sido un buen año en términos políticos para el Presidente Daniel Ortega, también en la economía y la parte social.

Logró un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y desembolsos cercanos a los 100 millones de dólares; que dicho acuerdo se extendiera un año más durante el 2011 lo cual da mucha seguridad y mejora el clima de negocios para los inversionistas y el sector privado nacional. Con ello obtuvo un desembolso de 20 millones de dólares.

La economía nacional cierra con saldos positivos arriba del 4%; la inflación por debajo del 9%; con exportaciones rosando los 1,900 millones de dólares; la llegada de un millón de turistas que generaron cerca de 450 millones de dólares y las exportaciones de zonas francas con cifras record de 900 millones de dólares en exportaciones.

Nicaragua fue el país que más crecimiento económico tuvo y exportó más que el resto de países centroamericanos. Mejoró sus indicadores de competitividad y de atracción de inversiones extranjeras. Nicaragua tenía proyectado para este ejercicio un crecimiento económico de entre el 2,6 y el 3,1 por ciento, con una inflación del 7 por ciento.

Asimismo, por primera vez las reservas internacionales superan los 1.600 millones de dólares, al alcanzar los 1.633 millones antes de finalizar el año.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID); el Banco Mundial y el Banco Centroamericano de Integración Económica se convirtieron en los principales soportes para financiar grandes proyectos de infraestructura vial, obras de progreso, ampliación de redes eléctricas, agua potable, más escuelas y hospitales, en un espaldarazo económico sin precedentes.

Nicaragua podrá disponer de U$228.95 millones de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de los cuales 171.2 millones de dólares serán en concepto de préstamos y otra partida de 57.7 millones de dólares a través de donaciones. De ellos, 22 millones de dólares serán destinados para el programa Nacional de Electrificación Sostenible y Energía Renovable, que básicamente se basa en el incremento del índice de cobertura del servicio de electrificación hasta en un 85 por ciento.

La producción del ciclo agrícola 2010 de Nicaragua cerrará el año con un crecimiento cercano al diez por ciento, pese a las intensas lluvias que afectaron a la región centroamericana entre mayo y octubre pasado.

Se incrementó el comercio con Venezuela, siendo el segundo mayor comprador de Nicaragua después de Estados Unidos y se abrieron nuevos mercados en Rusia, Ecuador, Perú y Panamá y se explora el comercio con China Continental.

Después de Venezuela, Taiwán fue el mejor aliado de Nicaragua para financiar una serie de programas sociales dirigidos al sector rural y la niñez.

El Presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), José Adán Aguerri, reconoció que cada uno de los sectores que componen este grupo empresarial ha tenido un buen año, gracias a las políticas macroeconómicas del Gobierno Sandinista que son dirigidas fundamentalmente a reducir la extrema pobreza.

“Afortunadamente en el COSEP, cada uno de los sectores que componen esta organización ha tenido un año mejor que el año anterior y eso ya es un resultado muy positivo para nosotros”, afirmó Aguerrí, para quien eso ha sido posible por el llamado diálogo social con el Gobierno.

A través del programa Usura Cero, el Gobierno ha otorgado créditos a 87 mil 284 mujeres en 143 municipios nicaragüenses con colocaciones acumuladas superiores a los 780 millones de córdobas y eso gana simpatías políticas, que los adversarios del sandinismo critican y califican como “compra de conciencia”.

El emblemático programa alimentario nacional conocido como Hambre Cero fue entregado a 80 mil mujeres campesinas pobres para igual número de familias.

La Organización de las Naciones para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destacó que Nicaragua ha avanzado mucho en los últimos años en el cumplimiento de los objetivos del Desarrollo del Milenio, porque pasó de un 20 % inicial a un 10 % en cuanto a la pobreza extrema se refiere y se ha mejorado la nutrición de las personas en pobreza, aunque la Coordinadora Civil de Organismos no gubernamentales rechaza estas consideraciones y aduce que Nicaragua no cumplirá con esos objetivos.

La Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (FIDEG), presentó los resultados de su encuesta sobre la reducción de la pobreza en la cual se muestra una reducción de 7.5 puntos porcentuales de la pobreza en general en el 2009 en comparación con el año 2005.

Alejando Martínez Cuenca, presidente del FIDEG explicó que aunque el estudio no indicaba que ya no exista más pobreza en Nicaragua, el mismo muestra signos esperanzadores que permiten concluir que más de 300 mil personas han salido de los niveles de extrema pobreza en el país en los últimos cuatro años por los programas del gobierno.

A estos programas asistenciales la oposición los llama “populismo” y “asistencialismo político”, sin embargo representantes del Banco Mundial y estudios de la CEPAL consideran que sí se ha reducido la pobreza extrema en Nicaragua.

Y la UNESCO ha reconocido que en Nicaragua se ha reducido el analfabetismo a menos del 5%, lo cual es un record mundial.

En el último trimestre del año y luego de nombrar un nuevo Embajador en Washington por parte de Nicaragua, vino a Managua el Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela quien reforzó las relaciones con el gobierno sandinista y dijo a la oposición que no se inmiscuirían en los asuntos internos del país, ni en las elecciones del 2011, que tampoco tendrían candidato y no ungirían a nadie.

Al finalizar el año, el gobierno de Estados Unidos ofreció a Nicaragua aplicar nuevamente a los fondos de la Cuenta Reto del Milenio porque el país ya cumple con los parámetros de gobernabilidad, dejando atrás las denuncias de fraude de los comicios municipales del 2008.

Luego de una reunión con los donantes europeos, el gobierno logró reorientar la ayuda congelada desde el 2008, hacia programas específicos y que se mantuviera la ayuda de hasta 300 millones de dólares por parte de la Unión Europea hasta el 2013.

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