“El
aporte ordinario del Estado, como garantía mínima para hacer efectiva la
Autonomía universitaria que no debe ser menor del 6% del Presupuesto General de
Ingresos de la República, debe calcularse sobre el total de los ingresos
ordinarios y extraordinarios establecidos en el Presupuesto General de la
República para el año correspondiente, independientemente del origen de dichos
ingresos”. (Interpretación Auténtica del Arto. 55, Inciso 1, de la Ley de
Autonomía de las Instituciones de Educación Superior).
La Educación superior en Nicaragua, aunque
data desde el tiempo de la colonia, fue un privilegio de pocos hasta la llegada
de la Revolución Popular Sandinista. Estudiar una carrera universitaria en el
tiempo del dictador Somoza, por ejemplo era un lujo que solo le correspondía a
los ricos y poderosos. En el año 1950 la población estudiantil total
era de 490 alumnos; en 1952 alcanzó a 950 y en 1957 volvía a bajar a 919 (...)
Las cifras anteriores son decepcionantes si tomamos en cuenta que en el año
1950 había en Nicaragua 160,658 jóvenes en edad de estudios universitarios (18
a 25 años de edad) y que en 1955 este número fue de 174.487, lo que demuestra
que solo un 0.0004% de ellos alcanzaron las aulas universitarias.
Convertir la educación en un factor de
transformación del país y revertir la situación heredada en el campo educativo
era una de las tareas, sin duda alguna, prioritarias del gobierno
revolucionario. Las deformaciones del sistema educativo global eran manifiestas.
A simple vista se evidenciaba la necesidad de transformaciones profundas y
radicales. El reto de reconstrucción el país y del aporte a la construcción de
un hombre nuevo alcanzaba la universidad, pero se carecía de organismos
adecuados de planificación para reordenar todo el sistema de Educación
Superior.
Cuando en 1979, la Revolución Popular
Sandinista derroca al dictador Somoza, inician grandes transformaciones
sociales, entre ellas, restituir el derecho de la educación superior a todos
los nicaragüenses. Así miles de nicaragüenses, sin distinción de ningún tipo,
se embarcarían a destinos tan lejanos como Rusia, Alemania, México, Cuba, entre
otros países hermanos, a estudiar una carrera profesional.
Alemania Federal, Alemania Democrática, Checoslovaquia
y otros países de Europa, brindaron su apoyo solidario a nuestro gobierno.
Universidades como la de Barcelona y la Facultad de Ingeniería en España apoyaron de diversos modos la Educación
Superior en Nicaragua y la mil veces solidaria Cuba puso a disposición del
estudiantado nicaragüenses sus centros de estudio.
El 29 de febrero de 1980 el gobierno de
reconstrucción nacional, crea el consejo nacional de educación superior (CNES)
como organismo rector de la Educación superior encargado de implementar las
transformaciones pertinentes. La década de los ochentas, es sin duda la década
más fructífera para la educación, cultura y deporte de nuestro país.
El país necesitaba la formación de cuadros profesionales y
técnicos y se hace un gran esfuerzo para implementar el aumento de la
matrícula. En la universidad, del lapso de 1979 a 1984, la matrícula subió de
26,473 estudiantes a 34,100.
En 1982, el gobierno revolucionario, para
crear mejores condiciones y elevar el nivel de la educación en el país, divide
la Universidad Nacional creando cuatro instituciones de educación superior
autónomas e independientes: Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-León
(UNAN-León), Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua (UNAN-Managua),
Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y Universidad Nacional Agraria (UNA),
las tres últimas con sede en Managua.
A partir de 1990, cuando los neoliberales
asumieron la dirigencia del país, toda esta estructura de apoyo a la educación
superior se fue deteriorando, intentando inclusive, a partir de 1996 disminuir
el 6% constitucional a que tienen derecho en las universidades del país. Esta
situación significó que se desatara una década de enfrentamientos entre estudiantes
y agentes del orden que cobró la vida de varias personas, entre ellas, la del
compañero Roberto González, estudiante de Derecho en la UNAN-MANAGUA.
En enero del 2007, con el regreso del FSLN,
encabezado por el Presidente Daniel Ortega Saavedra, el apoyo a las
Universidades retoma los firmes compromisos asumidos en la primera etapa de la
Revolución, acabándose las huelgas por parte del gremio de estudiantes
universitarios, a quienes se les ha garantizado más financiamiento, más becas,
tarifa estable del transporte urbano e
interurbano, entre otros beneficios.
EL GRUN SINTETIZA SUS LOGROS EN EDUCACION
SUPERIOR
VAMOS AVANZANDO HACIA UNA EDUCACION SUPERIOR
MAS CRISTIANA, MAS SOCIALISTA, MÁS SOLIDARIA, MAS HUMANISTA, AL SERVICIO DEL
PUEBLO.
VAMOS CONSTRUYENDO UNIVERSIDADES QUE
GARANTIZAN CALIDAD HUMANA, CIENTIFICA Y TECNICA.
VAMOS AVANZANDO
MATRÍCULA DE EDUCACIÓN SUPERIOR
- 2011: 120,000 ESTUDIANTES EN UNIVERSIDADES
PÚBLICAS + 40,000 ESTUDIANTES EN UNIVERSIDADES PRIVADAS = 160,000 ESTUDIANTES
MATRICULAD@S.
- PROYECTADO 2016: 150,000 ESTUDIANTES EN
UNIVERSIDADES PÚBLICAS + 50,000 ESTUDIANTES EN UNIVERSIDADES PRIVADAS = 200,000
ESTUDIANTES MATRICULAD@S.
BECAS
- 2007-2011: 635,000 BECAS EN TODO EL
PERIODO.
- 2012-2016: 900,000 BECAS EN TODO EL PERIODO.
HOY
SEGUIMOS CAMBIANDO NICARAGUA, SEGUIMOS CUMPLIENDO AL PUEBLO NICARAGUESE,
SEGUIMOS RESTITUYENDO DERECHOS CERCENADOS POR EL CAPITALISMO SALVAJE, SEGUIMOS
CREANDO DESARROLLO, SEGUIMOS LUCHANDO POR EL BIEN COMUN, SEGUIMOS UNIDOS,
SIEMPRE HERMANOS, SIEMPRE VICTORIOSOS, SEGUIMOS AMANDO A NICARAGUA, SEGUIMOS
CREYENDO EN NICARAGUA. JUNTOS SOMOS 2, JUNTOS EL 6 DE NOVIEMBRE IREMOS POR MAS
VICTORIAS.
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